martes, 18 de agosto de 2015

3, 2, 1...

Correr no está mal y huir a veces es necesario.
Creo que no debe existir un porqué exacto y menos aún un cuándo,
pero sí un dónde para eso de no perderse.

El impulso que nos da la salida, muchas veces debería ser el mismo que nos supiera frenar,
para eso de no ir corriendo como locos por la vida.

No saber cuando parar es muy jodido y más aún si cuando lo consigues continuas estando igual de cansado. Aunque hablemos de cansancios diferentes.

Creo que no es tan difícil, pues hablamos de instintos y a todos nos gusta sentirnos animales,
pero es que no entendemos que a veces no nos vale eso de las salvajadas y hay que confiar en la manada.

Ahora mismo necesito correr,
llevo tiempo haciendo los preliminares, pero no arranco por el miedo de no saber parar.

Pero no aguanto y el compás que dentro nos mueve parece que va a darme ya la salida
y corro
               pero no llego.

                                         Párame.