lunes, 18 de enero de 2016

Suma la caída tras el portazo

He vuelto a mentir y he vuelto a esconderme;
Es algo que suelo hacer cada cierto tiempo.

Llevo varios días
ocultando la sangre de mis dedos que gotea; aún húmeda,
regando lo marchito.

Prometo que se trataba de una mentira pequeña que compensara el daño.

Ni siquiera me había escondido bien,
Ni siquiera había pedido jugar.

Así que dejé asomando varios gritos,
pero no quisieron escucharme.

Carecía de fuerzas para estar alerta
y esperar aquel portazo;

Así que dejé mis dedos esperando y acariciando tu llegada.

La sangre no era ninguna metáfora, cariño mío.

Yo misma fui
la que provocó su caida
poniéndose la zancadilla
con el único fin de darse de morros

contigo.

Ahora duermo en el portal y mis rodillas han dejado un mensaje en el lado izquierdo de la alfombrilla.
Todavía no lo entiendo, ya lo grito otro día.

sábado, 16 de enero de 2016

La belleza como entidad
después de conocerte,
de que seas,
de que le seas,
de saberte
y no de memoria,
por si acaso, se le olvidas.

jueves, 14 de enero de 2016

Suma el portazo

Primera hora de la mañana
y ya puedo sumar un día más.

Un día más  en el que hago que no te veo,
Un día más en el que solo te visualizo bien cuando te marchas,
que es como mejor te recuerdo.

Y es que ya no encuentro las palabras
que cuenten esto,
y yo, ya no sé.

Que éstas me ignoran
y las pocas que me quedan,
no pertenecen a mi idioma;
Que al buscarlas, el diccionario me baila,
tararea tu nombre y en cada paso,
pisa.

Me he quedado sujetando la puerta
por si querías pasar y la alfombrilla
está llena de mierda.
Pero he sacado la basura,
necesitaba que me diera el aire.

Digamos que nunca imaginé 
que tendría que girarme 
por si no te volvía a ver
y no para mirarte el culo.

Que se me ha cansado el brazo
y ha sonado el portazo.
Que ha sonado a roto
y no soy yo.