que querías estar guapa,
cómo si eso no fuera ya algo habitual.
Que te pintarías los labios para camuflar
tu mueca triste.
En vez de dejarlos libres
y que tus mariposas vuelen.
No te peines, estás genial.
Así, salvaje,
librando alguna de tus guerras.
Ya sabes,
a mi, que me encantan,
no sabes como envidio
a las enredaderas que quedan colocadas
librando alguna de tus guerras.
Ya sabes,
a mi, que me encantan,
no sabes como envidio
a las enredaderas que quedan colocadas
con delicadeza sobre tus pechos,
bailando.
Sin compás, sin miedo alguno
a pisar los pies
de tu corazón.
Quédate en zapatos planos
o descalza.
La luna
es la que debería usar tacón,
porque sigue sin estar a tu altura.
Y yo, que tampoco lo estoy,
me quedo aquí, observando
y joder,
bailando.
Sin compás, sin miedo alguno
a pisar los pies
de tu corazón.
Quédate en zapatos planos
o descalza.
La luna
es la que debería usar tacón,
porque sigue sin estar a tu altura.
Y yo, que tampoco lo estoy,
me quedo aquí, observando
y joder,
menudas vistas.
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